
Malta, miembro de la Unión Europea de pleno derecho desde 2004, ofrece un ventajoso régimen fiscal, complementado con una extensa red de convenios para evitar la doble imposición y constituye una excelente elección para clientes internacionales, provenientes de diversos sectores económicos. Con su particular sistema impositivo, Malta está considerada una excelente jurisdicción europea para la planificación fiscal.
Otros elementos de la legislación impositiva maltesa a tomar en cuenta a la hora de montar una estructura en Malta, son los siguientes:
- No se realizan retenciones fiscales sobre la distribución de dividendos a no residentes;
- No existe normativa sobre el escaso coeficiente de capitalización;
- No existe una normativa específica sobre precios del traspaso;
- No existe legislación alguna sobre las sociedades extranjeras controladas;
- Posibilidad de exención del requisito de preparar estados financieros consolidados a nivel de empresas matrices maltesas;
- No existen impuestos de salida.
Malta ofrece a los inversores extranjeros la seguridad y facilidad de operar dentro de las fronteras de la Unión Europea, con un fácil acceso a los mercados emergentes del norte de África y Oriente Medio, con el apoyo de un marco legislativo de primera clase, un ambiente político y económico estable y un personal eficiente y cualificado.
Idiomas hablados: inglés, maltés e italiano.